Los viejos salvajes, de Carlos de la Torre Paredes
(reseñada por
Benjamín Román Abram)
LOS VIEJOS
SALVAJES
Carlos de la
Torre Paredes (Lima, 1988)
Peithos
Editores (2012)
Comencé a leer Los
viejos salvajes, segunda mención honrosa del IV “Premio Cámara Peruana del
Libro de Novela breve 2012” con curiosidad, por ser la primera obra publicada
del autor, pronto advertí que era atrapante y ciencia ficción-terror-aventura
concentrada de la buena. Humanos con reacciones psicológicas extremas, posesos
cuyas mentes no diferencian su realidad con la realidad, canibalismo,
parafilias. Implacables ataques organizados de una especie alienígena contra
los humanos. Áreas libres para que el lector saque sus propias conclusiones, es
apenas una parte de lo que nos depara este brillante texto.
Con influencias
del género cinematográfico, especialmente de Alien, el octavo pasajero,
y más bien, homenajes del autor a Star Wars, genera hábilmente, con
códigos visuales y de sonidos, una tensión que compromete al leyente en cada
escena. Incluso, a ratos, hace que nos olvidemos que la acción se realiza en el
espacio y compartimos, con los viejos salvajes, los ambientes cerrados,
amenazadores y francamente mortales, ya sean en un asteroide o una nave
espacial.
El uso de
localismos peruanos o menciones inspiradas en la geografía latinoamericana (La
Federación Lima, Rick Gonzales, Galaxia Sur Latina, etc.) y el uso de los
verbos en tiempo presente por el narrador, nos hace sentir lo que sucede como
algo cercano. Las notas al pie de página, no interrumpen, más bien, dan mayor
verosimilitud a la narración.
Es el tipo de
obra perfecta para una precuela, dado la amplia cronología que se menciona de
hechos que sucedieron antes de lo narrado; como una secuela, dado la gran
riqueza del universo creado.
¿Qué esperamos
de la próxima obra de Carlos de la Torre Paredes? Que supere a lo publicado y
confirme que estamos ante un autor peruano, con letras mayúsculas, del género
de la ciencia ficción.
Benjamín Román
Abram (Lima, 1970) Abogado, escritor, poeta, divulgador cultural.
Fuente: http://cifiperu.blogspot.com/
Novela: 'No le reces a los muertos' de Lenin Solano
Conocí a Lenin Solano en setiembre del 2008, en la calurosa y lluviosa ciudad de Bucaramanga, en Colombia. No habíamos intercambiado más que algunas palabras y tuve en mis manos su libro de cuentos Cartas a una mujer ausente, la cual leí en la habitación de mi hotel en la madrugada. No siempre uno queda con la sensación de que valió la pena acercarse a la primera criatura de un escritor debutante. Lenin sorprendía por la sensibilidad propia de sus personajes, tratados con la responsabilidad y convicción como deben ser abordados los difíciles viajes interiores.
Lo último que supe de él fue que había cruzado el charco. Se encontraba en Europa estudiando, viviendo, amando y bebiendo. La juventud no debe ser considerada un elemento menor en la literatura, menos aún cuando se escribe narrativa. Todo depende del compromiso en las gestas frente a la pantalla en word. Lo digo porque pese a no llegar a los treinta, Lenin ha sabido entregarnos una obra de valía en el terreno de las distancias largas, un buen acercamiento a la disección creativa de la sociedad por medio de una novela que le debe mucho al policial.
No le reces a los muertos destila una lograda capacidad de conmoción. Lenin lo consigue porque ha sabido configurar hasta los extremos la fisonomía moral de sus personajes, brindándonos la carne de sus incoherencias, sin trampa que nos lleve al hueso de la inverosimilitud. Lenin cumple a cabalidad los dos preceptos básicos que debe exhibir todo narrador en busca de su voz propia: saber escuchar y saber mirar.
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