Sin nombre*
Hoy lo pensé; no más frases trilladas, avezadas o desesperadas
¿Para qué transformar palabras en algo que no se puede dar?
¿Por qué formular preguntas si eso realmente se puede obviar?
Un estado de desconcierto puede atraparme ahora, y es cierto
Una paradoja es la que tengo en mí, la cual plasmo en esta hoja
Sin retóricas o confusiones, sin más réplicas o grandes ilusiones
Podría destapar mis emociones y darte así mi vida en canciones
Un mundo nuevo y sin ilación, o un mundo viejo con perdición
Palabras confusas son lo que doy, si piensas eso, no es lo que soy
Esencia perdida
Todos los días, incesantemente, me pregunto dónde está mi alma
Porque de pronto… me he convertido en alguien, que ya no ama
Cuando el destino decidió que ahora soy algo… que nada extraña
Que no siente, que no llora o te llama, que contigo, no se ensaña
En cierta estancia te hallé, por eso conservo poco de lo que fue vida
Poco importa si se va, pues no se compara a tu dolorosa despedida
La cual aún permanece, y no se va, la que no me deja vivir en paz
Y resuena la palabra “vida” por tu culpa, por mi débil corazón vivaz
Así, en melancolía y dolor, me convertí en amante del azul celestial
De todas las estrellas, escojo una, y con ella creo un mundo artificial
Entonces sueño y no dejo de soñar, te encuentro, no te dejo escapar
Todo deja de ser inútil y banal, yo sé que en mí un lugar vas a ocupar
La densa alba brota exquisita, evocándome, para poder continuar
Sí, fue afortunado soñar, fuiste lo único que a mi alma logró apaciguar
Prometer buscarte es complicado, aún si quiero encontrar una salida
Porque tú tocaste a mi puerta, solo tú… hallaste mi esencia perdida
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